La danza libre
La danza libre nació a finales del siglo XIX, en la misma línea que muchas otras artes que buscaban romper con el encorsetamiento de la época. En contraste con los cuerpos rígidos y controlados, Isadora Duncan quería expresar sus emociones en sus bailes a través de gestos espontáneos y naturales.
Siguiéndola, François Malkovsky desarrolló su propia visión de la danza libre: para él, cada gesto tiene un significado y respeta los principios de la unidad del ser (en sus dimensiones física, mental y emocional) y de la precisión del movimiento humano.
Pero estas pocas palabras no pueden describir toda la riqueza y sutileza de la danza libre. Para ello, invitamos a las personas interesadas a leer los textos de François Malkovsky así como los libros dedicados a su danza y a conocer a los grupos que la practican.
François Malkovsky
François Malkovsky llegó a Francia en 1910 procedente de su Bohemia natal*: tenía 20 años, una sólida formación musical, una buena cultura clásica y un agudo sentido de la observación. Además, su sensibilidad personal y su curiosidad le llevaron a la efervescencia de los círculos artísticos parisinos de la época. Alistado en el bando de Francia entre los «Voluntarios Checos» en 1914, fue herido en 1915 y dado de baja, profundamente marcado por la dolorosa experiencia de la guerra.
Un punto de inflexión tuvo lugar en la carrera de F. Malkovsky cuando vio bailar a Isadora Duncan, probablemente ya en 1911; se le impone, inmediata y definitivamente como un faro. A partir de entonces, inspirado por el ejemplo de « aquella cuya danza no era más que oración, amor, alegría, la santa alegría, como enseñaba el gran Dioniso »** F. Malkovsky dedicó su vida a la danza: «Se necesita una iniciación perseverante y larga para penetrar en la magia blanca que es la danza», escribió***.
A lo largo del período de entreguerras, F. Malkovsky desarrolla una intensa actividad artística: dio recitales en varios escenarios parisinos (incluido el Théâtre des Champs Elysées) y en numerosas salas de espectáculos de toda Francia. Produce sus propias creaciones, a menudo acompañado por bailarinas que él ha formado y músicos (orquestas o solistas) que interpretan el repertorio -esencialmente clásico y romántico- de sus coreografías.
Además de su compromiso artístico, F. Malkovsky siguió siendo un hombre muy atento a su tiempo, un deportista que amaba nadar y esquiar, un amante de la naturaleza, naturista, siempre enamorado del sol y en sintonía con el ritmo de las olas del mar; pasaba todos sus veranos en una cala del Cap Corse: «hay que haber visto las olas de la marea creciente largas, muy largas, avanzando tranquilas, fascinantes e implacables, para tragarlo todo, y luego retirarse en el mismo movimiento de largo, largo péndulo.» ***
A partir de 1948, fecha de su último recital, F. Malkovsky se dedicó por completo a la enseñanza en su estudio del Boulevard Berthier de París, donde se había establecido desde 1933. Hasta 1970, dedicó su tiempo y sus energías a transmitir el arte del movimiento justo y verdadero, esforzándose por dar la capacidad a cada uno de descubrir la esencia del movimiento danzado: «la confirmación externa de la actividad del alma» (según una de las fórmulas favoritas de F. Malkovsky). Los alumnos y aprendices que siguieron su enseñanza durante estos años fueron numerosos y varios de ellos trataron de ampliar el camino abierto por el maestro. En 1970, F. Malkovsky tuvo que abandonar su estudio de París; luego se instaló en Callian, en la provincia del Var. Allí pudo continuar su labor docente durante unos diez años antes de encontrar refugio en el hogar de una de sus antiguas alumnas****, en cuya casa murió el 9 de enero de 1982.
- * F. Malkovsky nació el 22/09/1889 en Ceské Budejovice (República Checa)
- ** extracto de un artículo escrito por F. M. el 15/10/1927 a la muerte de I. D.
- *** Malkovsky -en el programa del 18/06/1948
- **** F. Malkovsky murió en la casa de Françoise y Michel Carlier, en Laon, el 09/01/1982